Estimados lectores:
Yo no creo que LA FELICIDAD sea un destino ni tampoco un camino. Yo soy más bien de las que piensa en tratar de estar bien a pesar de cualquier circunstancia. Entiendo que la vida es una asombrosa combinación de momentos felices y tristes que van sucediendo uno tras otro y que justamente eso es lo que llamamos: Felicidad. AMBAS COSAS, si se parte de que puede encontrarse aprendizaje y belleza en todo, hasta en el sufrimiento.
¿Por qué les hablo de TRATAR de estar bien? Porque no siempre lo lograremos. Pero, es ése ejercicio, el que cada vez nos irá permitiendo enfrentar las situaciones difíciles de la vida y los obstáculos de una mejor manera y con una actitud más asertiva.
A mí se me ocurre que en un mundo en el que importa más tener y aparentar que la serenidad... En donde todos quieren darse a conocer y que los reconozcan, en donde la mayoría busca el aplauso y sensaciones de felicidad efímera y muchas veces tenemos que enfrentar desilusiones y desengaños, lo que hay que procurar es estar bien con uno mismo, por uno y para uno, siempre A PROPÓSITO. Esto último para no dejar que nada ni nadie empañe el sinuoso camino que a veces significa tratar de estar bien, sin importar las circunstancias. Para mí, ése es el camino... Y es justamente por eso que cada senda de felicidad es, sencillamente diferente.
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