Así es, ley de vida. Algunos llegan y otros se van. No todos se quedan hasta el final. Así me lo expuso mi mejor amigo... Recuerdo que me decía:
B: "L, él tiene que aprender que la vida es como un autobús, las personas que van en él, junto a ti, suben y bajan y no todos se quedan contigo hasta el final del camino."
Y ahora, tristemente, tengo que reconocer que es así, por más que quiera que sea de otra manera. ¡Cuántas personas han dejado ya mi autobús! Algunas, no lo saben aún.
LV.
